Desde comienzos de la pasada década el trabajo de Alberto Lomas en el mundo del arte, ya sea como creador o como gestor, cuestiona las formas de poder preestablecidas, buscando nuevas vías de organización y de creación. Su obra personal incide en esta línea y desde un uso crítico y “low tech” de las nuevas tecnologías. Así, cuestiona la fascinación acrítica que se genera sistemáticamente ante los nuevos medios de comunicación. En definitiva, intenta en último término evidenciar las capacidades de control social e ideológico que estas tecnologías implican. Cohabitación surge ante la necesidad de una acción de pequeño formato y como medio de optimizar recursos y acceder a un público menos vinculado al arte. El autor se coloca una cámara con transmisor de video que, por medio de una prótesis básica, enfoca su mirada de modo constante, en un plano que sólo se ve alterado por los movimientos de los ojos, el movimiento de fondo, la luz, el humo, etc, generando de este modo un efecto similar al croma-key. Con éste dispositivo el autor se integra en la noche de una modo excepcional ya que las condiciones de la acción le conceden ciertos privilegios.

Alberto Lomas inicia su actividad artística a comienzos de la década de 1990 en Bilbao. Es un artista multidisciplinar que ha centrado su producción artística, no sólo en el ámbito cinético, sino también en el campo del arte de acción. También ha estado vinculado al mundo de la gestión y la dinamización cultural, siendo miembro fundador del mítico Espacio Abisal en Bilbao o En Canal. En cualquier caso, sus propuestas funden la videoinstalación y la performance, implicando al público en el desarrollo de las mismas.

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